sábado, 28 de marzo de 2009

Aplicación de las normas técnicas colombianas para la certificación de calidad de las instituciones educativas y los programas de formación para el tr


De forma general la competencia laboral comprende las actitudes, los conocimientos y las destrezas que permiten desarrollar exitosamente un conjunto integrado de funciones y tareas de acuerdo a criterios de desempeño considerados idóneos en el medio laboral. Se identifican en situaciones reales de trabajo y se las describe agrupando las tareas productivas en áreas de competencia (funciones más o menos permanentes), especificando para cada una de las tareas los criterios de realización a través de los cuales se puede evaluar su ejecución como competente[1].

La NTCLC[2] define un ejercicio laboral competente de un trabajador colombiano contra el cual es factible comparar su desempeño frente a un estándar universal de calidad. Para detectar las áreas de competencia en las que necesita mejorar para ser considerado competente, requiere de un proceso de formación y mejoramiento continuo que permita calificar y juzgar nuevamente la posesión o no de la competencia laboral.

Así la NTCLC es el fundamento de varios procesos dentro de la gestión de los recursos humanos como la selección, la formación, la evaluación, el escalafonamiento, la certificación y la afectación salarial.

Un estándar de competencia puede brindar un criterio fundamental en la selección del personal para un espectro muy amplio de ocupaciones en la empresa, más que para un puesto de trabajo. Es fundamental en la elaboración de los currículos de formación, al establecer los elementos de competencia y las evidencias y criterios de desempeño que pueden convertirse en orientadores para la especificación de objetivos de los módulos de formación y objetivos de aprendizaje en cada uno de los módulos definidos. Los empresarios sabrán qué esperar de un programa de formación basado en una norma de competencia laboral. Al mismo tiempo los trabajadores sabrán cuál será el contenido formativo a partir de la NTCLC.

Con el fin de consolidar el Sistema Nacional de Formación para el Trabajo-SNFT, el Consejo Nacional de Política Económica y Social Colombiano estableció en el documento CONPES 81 de 2004[3] la organización de este Sistema. Para responder a las exigentes demandas del entorno productivo y social, las instituciones y programas de formación para el trabajo deben fortalecer la calidad de su oferta. En él se introdujo el componente de certificación de programas e instituciones de formación para el trabajo como herramienta básica para garantizar su calidad.

En desarrollo de esta política, el Decreto 2020 de 2006 organizó el Sistema de Calidad de Formación para el Trabajo –SCAFT-.

A través del Decreto 2020 de 2006 se conformó el Sistema de Calidad de la Formación para el Trabajo –SCAFT-[4], con el fin de “certificar que la oferta de formación para el trabajo cuenta con los medios y la capacidad para ejecutar procesos formativos que respondan a los requerimientos del sector productivo y reúnan las condiciones para producir buenos resultados”.

Los lineamientos generales del Decreto 2888[5] de Julio 31 de 2007, por el cual se reglamenta la creación, organización y funcionamiento de las instituciones que ofrezcan el servicio educativo para el trabajo y el desarrollo humano, antes denominado educación no formal, se establecen los requisitos básicos para el funcionamiento de los programas y se dictan otras disposiciones.

El artículo 42 de la Ley 115 de 1994 y la Ley 1064 de 2006, decreta: “…reglamentar la creación, organización y funcionamiento de las instituciones que ofrezcan el servicio educativo para el trabajo y el desarrollo humano, antes denominado educación no formal y establecer los requisitos básicos para el funcionamiento de los programas de educación para el trabajo y el desarrollo humano.”[6] En su capítulo I, Artículo 2° afirma: “Educación para el trabajo y el desarrollo humano. Comprende la formación permanente, personal, social y cultural, que se fundamenta en una concepción integral de la persona, que una institución organiza en un proyecto educativo institucional, y que estructura en currículos flexibles sin sujeción al sistema de niveles y grados propios de la educación formal. La educación para el trabajo y el desarrollo humano hacen parte del servicio público educativo, responde a los fines de la educación consagrados en el artículo 5° de la Ley 115 de 1994 y da lugar a la obtención de un certificado de aptitud ocupacional.”

Como parte del desarrollo de este sistema se creó la Comisión de Calidad de la Formación para el Trabajo –CCAFT- y el Ministerio de Educación Nacional fue reconocido como Unidad Sectorial de Normalización de la Formación para el Trabajo, con el propósito de construir normas de calidad.

En diciembre de 2007, la Comisión adoptó las normas sectoriales para instituciones, programas y programas de idiomas. Además, el ICONTEC les dio reconocimiento como Normas Técnicas Colombianas así:

NTC 5555. Sistemas de gestión de la calidad para instituciones de formación para el trabajo.

– NTC 5581. Programas de formación para el trabajo. Requisitos.

– NTC 5580. Programas de formación para el trabajo en el área de idiomas.

Esta normatividad busca brindarles diversas orientaciones a las instituciones educativas para sean utilizadas como referentes para la implementación de sistemas integrales de gestión de calidad y el diseño de programas de formación basados en competencias. De esta forma podrán, posteriormente, optar por la certificación de calidad.

El Ministerio de Educación propone que, para responder a los retos de la sociedad, los procesos de mejoramiento de la calidad son cada vez más exigentes y requieren del ejercicio sistemático de una organización institucional, de la revisión de sus procesos y de la incorporación de una orientación hacia la calidad y el mejoramiento continuo.

Así, las instituciones de formación para el trabajo tienen el desafío de desarrollar programas pertinentes que respondan a las competencias demandadas en el desarrollo de funciones productivas. El entorno económico presenta retos permanentes a las instituciones que deben formar personas competentes, capaces de integrarse al mundo laboral, flexibles, que puedan seguir aprendiendo, inquietas en relación con su medio ambiente, que trabajen en equipo y hagan uso eficiente de los recursos a su disposición, entre otras competencias.

Mediante la certificación se busca que organismos de tercera parte[7] garanticen que las instituciones de formación y sus programas cumplan con los requisitos de calidad. En educación superior existe una tradición de acreditación[8] como mecanismo para garantizar a los usuarios y a la sociedad que la educación cumple con los estándares establecidos.


[1] Miranda, Martín. “Transformación de La Educación Media Técnico-Profesional” en Políticas Educacionales en el Cambio de Siglo. La Reforma del Sistema Escolar de Chile, Santiago de Chile, Universitaria, 2003 (Cristian Cox, editor).

[2] NTCLC – Norma Técnica de Competencia Laboral Colombiana

[3] Postulación del sistema educativo nacional incluido en el PDN – Plan de Desarrollo Nacional de nuestro presidente Álvaro Uribe Vélez, 2004.

[4] El Artículo 3º del Sistema de Calidad de Formación para el Trabajo –SCAFT- establece las características de la certificación de calidad: “…Está dirigida a los programas y las instituciones oferentes de formación para el trabajo, con el objeto de obtener un reconocimiento público de su calidad. Es de carácter voluntario y está a cargo de organismos de tercera parte, especializados y reconocidos públicamente que actúan de acuerdo con criterios, estándares, procesos e instrumentos establecidos específicamente por la CCAFT y las disposiciones de este Decreto. Es de carácter temporal y debe ser renovada periódicamente, conforme a los reglamentos que expida este organismo, sin perjuicio de las autorizaciones y certificaciones requeridas por las disposiciones vigentes”.

[5] Emitido por el presidente de la república de Colombia, en ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, en especial las conferidas en el numeral 11 del artículo 189 de la Constitución Política Colombiana.

[6] CAPITULO. I - Aspectos generales - Artículo 1°. Objeto y ámbito.

[7] Se hace referencia a aquellas que no tienen intereses directos en la prestación de los servicios de educación o formación para el trabajo y el desarrollo humano.

[8] Ejercido por el ICFES – Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior

miércoles, 25 de marzo de 2009

Importancia de la normalización: ISO versus NTCLC”


La normalización[1] es el proceso de elaboración, aplicación y mejora de las normas que se aplican a distintas actividades científicas, industriales o económicas con el fin de ordenarlas y mejorarlas. Es el proceso de formular y aplicar reglas para una aproximación ordenada a una actividad específica para el beneficio y con la cooperación de todos los involucrados.
En el SENA se han acogido cada vez más los principios de la gestión de calidad para implementar la Gerencia de Calidad para asegurar que los procesos de formación se desarrollen de una forma consistente y de acuerdo con un estándar de calidad.
Un estándar de común es la familia de normas ISO 9000. Según la ISO
[2] la Normalización es la actividad que tiene por objeto establecer, ante problemas reales o potenciales, disposiciones destinadas a usos comunes y repetidos, con el fin de obtener un nivel de ordenamiento óptimo en un contexto dado, que puede ser tecnológico, político o económico. Tales normas facilitan el desarrollo del concepto de gestión de la calidad y facilitan la instrumentación de un proceso de mejora continua en las organizaciones. El principio de la certificación bajo la norma ISO está basado en la revisión y el chequeo de la conformidad con la norma; ésta provee un método uniforme para la inspección de calidad.
Según ICONTEC
[3] la Normalización es la actividad que establece disposiciones para uso común y repetido, encaminadas al logro del grado óptimo de orden con respecto a problemas reales o potenciales, en un contexto dado. En particular, la actividad consta de los procesos de formulación, publicación e implementación de normas.
Las normas de calidad no aseguran, por sí solas, el mejoramiento de la gestión, la disminución de los desperfectos, el mejor relacionamiento con los clientes y el éxito global de la institución. Requieren de un marco de relacionamiento institucional, en el que prime la convicción sobre la necesidad de trabajar bien y de hacerlo bien desde el comienzo.
Las normas ISO se refieren a los procesos, su consistencia y función sistémica. De ahí que se utilicen en relación con la gestión del proceso de formación profesional. Aportan un método para estandarizar las actividades de la organización y dar fiabilidad a sus clientes sobre la calidad esperada de los productos y/o servicios. Los estándares ISO no se relacionan con las características intrínsecas al producto o servicio; se centran en la calidad de los procesos que provocan la elaboración de un producto. El certificado de calidad es un mensaje para los clientes sobre la mayor probabilidad de encontrar la satisfacción a sus necesidades en una organización que se preocupa por desarrollar sus actividades en un marco de calidad total. Además, los procedimientos de certificación y las normas en sí mismas, representan un conjunto de criterios estandarizados que generan un referente común.
Este aspecto descansa la gestión del recurso humano, o la gestión humana integral con base en Competencias Laborales, que pasa por la adopción de medidas de carácter organizacional que fomenten la cultura de la calidad y que resulten verdaderamente convincentes a todos los involucrados. Por ello se requiere el desarrollo de acciones de capacitación continuada y pertinente que permita a los trabajadores alcanzar los estándares de desempeño, conocimiento y producto esperados y documentados.
La lógica de funcionamiento de los sistemas normalizados
[4], como ISO y la Normatividad Técnica de la Competencia Laboral, se pueden contrastar en los conceptos y términos, que facilitan su aplicación en diferentes contextos, por tanto son sistemas abiertos que cada organización puede adaptar a sus necesidades ; En la documentación desarrollada ya que las normas de calidad describen las características de los procesos en tanto que en las normas de competencia se describen las características de los resultados deseados o criterios de desempeño; En los Procesos de verificación ya que en ambos sistemas de normas un agente verificador externo recoge evidencias sobre el cumplimiento de la norma. En el caso de ISO sobre aspectos como la existencia de la documentación y los registros y, en el caso de las normas de competencia, se documentan temas tales como el desempeño del trabajador.
Se ha definido como "una suma determinada de valores y normas que son compartidos por personas y grupos de una organización y que controlan la manera que interaccionan unos con otros y ellos con el entorno de la organización. Los valores organizacionales son creencias e ideas sobre el tipo de objetivos y el modo apropiado en que se deberían conseguir. Los valores de la organización desarrollan normas, guías y expectativas que determinan los comportamientos apropiados de los trabajadores en situaciones particulares y el control del comportamiento de los miembros de la organización de unos con otros"
La Cultura Organizacional
[5] en ambos sistemas relaciona cambios en las formas de hacer las cosas. Sin embargo su éxito radica en su efectiva incorporación de los aspectos normativos a la cultura organizacional. La idea de certificar implica avanzar en un proceso de mejoramiento continuo hacia la superación de los factores de disconformidad hasta obtener el certificado con la participación de todos. Por ello se concentran en procesos y personas. En tanto las normas ISO documentan los diferentes procesos y productos obtenidos, las normas de competencia describen los resultados que las personas deben ser capaces de obtener. Los procesos de participación en las normas ISO[6] están previamente elaboradas en tanto que el proceso de participación de los trabajadores se puede dar en torno a la documentación y elaboración de manuales. Entretanto, en la elaboración de normas de competencia se gana mucho en representatividad y compromiso con la participación de los trabajadores en la elaboración misma de la norma.

Fundamentalmente las normas de calidad se centran en la creación y verificación de condiciones para el presente, para los procesos en curso, si bien durante su implementación pueden surgir mejoras orientadas a neutralizar las no conformidades. Las normas de competencia pueden contener un ingrediente prospectivo que les permita anticipar nuevas exigencias en el resultado esperado del trabajo y minimizar su riesgo de obsolescencia.

Una aplicación conjunta de las normas ISO y las normas de competencia laboral es perfectamente deseable y ventajosa. Dado que la norma ISO no prescribe formas de hacer, solo lo que debe hacerse, una posibilidad de complemento estriba en desarrollar los resultados esperados del trabajo mediante normas de competencia laboral. Muchos de los contenidos de las normas de competencia hacen corresponder las evidencias de desempeño con las especificaciones establecidas por la empresa; tales especificaciones están casi siempre documentadas en los manuales elaborados para certificar en ISO. Las informaciones derivadas de las normas de competencia pueden utilizarse para fortalecer la documentación necesaria al proceso de certificación ISO, segun el referencte general de su capítulo sexto en su versión 9000.

[1] La normalización o estandarización es la redacción y aprobación de normas que se establecen para garantizar el acoplamiento de elementos construidos independientemente, así como garantizar el repuesto en caso de ser necesario, garantizar la calidad de los elementos fabricados y la seguridad de funcionamiento. (wikipedia)
[2] ISO - International Organization for Standarization.
[3] ICONTEC – Instituto Colombiano de Normas Técnicas
[4] Una norma o estándar o una regla en la forma de hacer las cosas, es una especificación que reglamenta procesos y productos para garantizar la interoperabilidad.
[5] Cultura Organizacional, Clima Organizacional o Cultura Corporativa, comprende las actitudes, experiencias, creencias y valores, tanto personales como culturales, de una organización. (Hill & Jones, 2001)
[6] Una norma de calidad es una regla o directriz para las actividades, diseñada con el fin de conseguir un grado óptimo de orden en el contexto de la calidad.