
La normalización[1] es el proceso de elaboración, aplicación y mejora de las normas que se aplican a distintas actividades científicas, industriales o económicas con el fin de ordenarlas y mejorarlas. Es el proceso de formular y aplicar reglas para una aproximación ordenada a una actividad específica para el beneficio y con la cooperación de todos los involucrados.
En el SENA se han acogido cada vez más los principios de la gestión de calidad para implementar la Gerencia de Calidad para asegurar que los procesos de formación se desarrollen de una forma consistente y de acuerdo con un estándar de calidad.
Un estándar de común es la familia de normas ISO 9000. Según la ISO[2] la Normalización es la actividad que tiene por objeto establecer, ante problemas reales o potenciales, disposiciones destinadas a usos comunes y repetidos, con el fin de obtener un nivel de ordenamiento óptimo en un contexto dado, que puede ser tecnológico, político o económico. Tales normas facilitan el desarrollo del concepto de gestión de la calidad y facilitan la instrumentación de un proceso de mejora continua en las organizaciones. El principio de la certificación bajo la norma ISO está basado en la revisión y el chequeo de la conformidad con la norma; ésta provee un método uniforme para la inspección de calidad.
Según ICONTEC[3] la Normalización es la actividad que establece disposiciones para uso común y repetido, encaminadas al logro del grado óptimo de orden con respecto a problemas reales o potenciales, en un contexto dado. En particular, la actividad consta de los procesos de formulación, publicación e implementación de normas.
Las normas de calidad no aseguran, por sí solas, el mejoramiento de la gestión, la disminución de los desperfectos, el mejor relacionamiento con los clientes y el éxito global de la institución. Requieren de un marco de relacionamiento institucional, en el que prime la convicción sobre la necesidad de trabajar bien y de hacerlo bien desde el comienzo.
Las normas ISO se refieren a los procesos, su consistencia y función sistémica. De ahí que se utilicen en relación con la gestión del proceso de formación profesional. Aportan un método para estandarizar las actividades de la organización y dar fiabilidad a sus clientes sobre la calidad esperada de los productos y/o servicios. Los estándares ISO no se relacionan con las características intrínsecas al producto o servicio; se centran en la calidad de los procesos que provocan la elaboración de un producto. El certificado de calidad es un mensaje para los clientes sobre la mayor probabilidad de encontrar la satisfacción a sus necesidades en una organización que se preocupa por desarrollar sus actividades en un marco de calidad total. Además, los procedimientos de certificación y las normas en sí mismas, representan un conjunto de criterios estandarizados que generan un referente común.
Este aspecto descansa la gestión del recurso humano, o la gestión humana integral con base en Competencias Laborales, que pasa por la adopción de medidas de carácter organizacional que fomenten la cultura de la calidad y que resulten verdaderamente convincentes a todos los involucrados. Por ello se requiere el desarrollo de acciones de capacitación continuada y pertinente que permita a los trabajadores alcanzar los estándares de desempeño, conocimiento y producto esperados y documentados.
La lógica de funcionamiento de los sistemas normalizados[4], como ISO y la Normatividad Técnica de la Competencia Laboral, se pueden contrastar en los conceptos y términos, que facilitan su aplicación en diferentes contextos, por tanto son sistemas abiertos que cada organización puede adaptar a sus necesidades ; En la documentación desarrollada ya que las normas de calidad describen las características de los procesos en tanto que en las normas de competencia se describen las características de los resultados deseados o criterios de desempeño; En los Procesos de verificación ya que en ambos sistemas de normas un agente verificador externo recoge evidencias sobre el cumplimiento de la norma. En el caso de ISO sobre aspectos como la existencia de la documentación y los registros y, en el caso de las normas de competencia, se documentan temas tales como el desempeño del trabajador.
Se ha definido como "una suma determinada de valores y normas que son compartidos por personas y grupos de una organización y que controlan la manera que interaccionan unos con otros y ellos con el entorno de la organización. Los valores organizacionales son creencias e ideas sobre el tipo de objetivos y el modo apropiado en que se deberían conseguir. Los valores de la organización desarrollan normas, guías y expectativas que determinan los comportamientos apropiados de los trabajadores en situaciones particulares y el control del comportamiento de los miembros de la organización de unos con otros"
La Cultura Organizacional[5] en ambos sistemas relaciona cambios en las formas de hacer las cosas. Sin embargo su éxito radica en su efectiva incorporación de los aspectos normativos a la cultura organizacional. La idea de certificar implica avanzar en un proceso de mejoramiento continuo hacia la superación de los factores de disconformidad hasta obtener el certificado con la participación de todos. Por ello se concentran en procesos y personas. En tanto las normas ISO documentan los diferentes procesos y productos obtenidos, las normas de competencia describen los resultados que las personas deben ser capaces de obtener. Los procesos de participación en las normas ISO[6] están previamente elaboradas en tanto que el proceso de participación de los trabajadores se puede dar en torno a la documentación y elaboración de manuales. Entretanto, en la elaboración de normas de competencia se gana mucho en representatividad y compromiso con la participación de los trabajadores en la elaboración misma de la norma.
Fundamentalmente las normas de calidad se centran en la creación y verificación de condiciones para el presente, para los procesos en curso, si bien durante su implementación pueden surgir mejoras orientadas a neutralizar las no conformidades. Las normas de competencia pueden contener un ingrediente prospectivo que les permita anticipar nuevas exigencias en el resultado esperado del trabajo y minimizar su riesgo de obsolescencia.
Una aplicación conjunta de las normas ISO y las normas de competencia laboral es perfectamente deseable y ventajosa. Dado que la norma ISO no prescribe formas de hacer, solo lo que debe hacerse, una posibilidad de complemento estriba en desarrollar los resultados esperados del trabajo mediante normas de competencia laboral. Muchos de los contenidos de las normas de competencia hacen corresponder las evidencias de desempeño con las especificaciones establecidas por la empresa; tales especificaciones están casi siempre documentadas en los manuales elaborados para certificar en ISO. Las informaciones derivadas de las normas de competencia pueden utilizarse para fortalecer la documentación necesaria al proceso de certificación ISO, segun el referencte general de su capítulo sexto en su versión 9000.
[1] La normalización o estandarización es la redacción y aprobación de normas que se establecen para garantizar el acoplamiento de elementos construidos independientemente, así como garantizar el repuesto en caso de ser necesario, garantizar la calidad de los elementos fabricados y la seguridad de funcionamiento. (wikipedia)
[2] ISO - International Organization for Standarization.
[3] ICONTEC – Instituto Colombiano de Normas Técnicas
[4] Una norma o estándar o una regla en la forma de hacer las cosas, es una especificación que reglamenta procesos y productos para garantizar la interoperabilidad.
[5] Cultura Organizacional, Clima Organizacional o Cultura Corporativa, comprende las actitudes, experiencias, creencias y valores, tanto personales como culturales, de una organización. (Hill & Jones, 2001)
[6] Una norma de calidad es una regla o directriz para las actividades, diseñada con el fin de conseguir un grado óptimo de orden en el contexto de la calidad.
En el SENA se han acogido cada vez más los principios de la gestión de calidad para implementar la Gerencia de Calidad para asegurar que los procesos de formación se desarrollen de una forma consistente y de acuerdo con un estándar de calidad.
Un estándar de común es la familia de normas ISO 9000. Según la ISO[2] la Normalización es la actividad que tiene por objeto establecer, ante problemas reales o potenciales, disposiciones destinadas a usos comunes y repetidos, con el fin de obtener un nivel de ordenamiento óptimo en un contexto dado, que puede ser tecnológico, político o económico. Tales normas facilitan el desarrollo del concepto de gestión de la calidad y facilitan la instrumentación de un proceso de mejora continua en las organizaciones. El principio de la certificación bajo la norma ISO está basado en la revisión y el chequeo de la conformidad con la norma; ésta provee un método uniforme para la inspección de calidad.
Según ICONTEC[3] la Normalización es la actividad que establece disposiciones para uso común y repetido, encaminadas al logro del grado óptimo de orden con respecto a problemas reales o potenciales, en un contexto dado. En particular, la actividad consta de los procesos de formulación, publicación e implementación de normas.
Las normas de calidad no aseguran, por sí solas, el mejoramiento de la gestión, la disminución de los desperfectos, el mejor relacionamiento con los clientes y el éxito global de la institución. Requieren de un marco de relacionamiento institucional, en el que prime la convicción sobre la necesidad de trabajar bien y de hacerlo bien desde el comienzo.
Las normas ISO se refieren a los procesos, su consistencia y función sistémica. De ahí que se utilicen en relación con la gestión del proceso de formación profesional. Aportan un método para estandarizar las actividades de la organización y dar fiabilidad a sus clientes sobre la calidad esperada de los productos y/o servicios. Los estándares ISO no se relacionan con las características intrínsecas al producto o servicio; se centran en la calidad de los procesos que provocan la elaboración de un producto. El certificado de calidad es un mensaje para los clientes sobre la mayor probabilidad de encontrar la satisfacción a sus necesidades en una organización que se preocupa por desarrollar sus actividades en un marco de calidad total. Además, los procedimientos de certificación y las normas en sí mismas, representan un conjunto de criterios estandarizados que generan un referente común.
Este aspecto descansa la gestión del recurso humano, o la gestión humana integral con base en Competencias Laborales, que pasa por la adopción de medidas de carácter organizacional que fomenten la cultura de la calidad y que resulten verdaderamente convincentes a todos los involucrados. Por ello se requiere el desarrollo de acciones de capacitación continuada y pertinente que permita a los trabajadores alcanzar los estándares de desempeño, conocimiento y producto esperados y documentados.
La lógica de funcionamiento de los sistemas normalizados[4], como ISO y la Normatividad Técnica de la Competencia Laboral, se pueden contrastar en los conceptos y términos, que facilitan su aplicación en diferentes contextos, por tanto son sistemas abiertos que cada organización puede adaptar a sus necesidades ; En la documentación desarrollada ya que las normas de calidad describen las características de los procesos en tanto que en las normas de competencia se describen las características de los resultados deseados o criterios de desempeño; En los Procesos de verificación ya que en ambos sistemas de normas un agente verificador externo recoge evidencias sobre el cumplimiento de la norma. En el caso de ISO sobre aspectos como la existencia de la documentación y los registros y, en el caso de las normas de competencia, se documentan temas tales como el desempeño del trabajador.
Se ha definido como "una suma determinada de valores y normas que son compartidos por personas y grupos de una organización y que controlan la manera que interaccionan unos con otros y ellos con el entorno de la organización. Los valores organizacionales son creencias e ideas sobre el tipo de objetivos y el modo apropiado en que se deberían conseguir. Los valores de la organización desarrollan normas, guías y expectativas que determinan los comportamientos apropiados de los trabajadores en situaciones particulares y el control del comportamiento de los miembros de la organización de unos con otros"
La Cultura Organizacional[5] en ambos sistemas relaciona cambios en las formas de hacer las cosas. Sin embargo su éxito radica en su efectiva incorporación de los aspectos normativos a la cultura organizacional. La idea de certificar implica avanzar en un proceso de mejoramiento continuo hacia la superación de los factores de disconformidad hasta obtener el certificado con la participación de todos. Por ello se concentran en procesos y personas. En tanto las normas ISO documentan los diferentes procesos y productos obtenidos, las normas de competencia describen los resultados que las personas deben ser capaces de obtener. Los procesos de participación en las normas ISO[6] están previamente elaboradas en tanto que el proceso de participación de los trabajadores se puede dar en torno a la documentación y elaboración de manuales. Entretanto, en la elaboración de normas de competencia se gana mucho en representatividad y compromiso con la participación de los trabajadores en la elaboración misma de la norma.
Fundamentalmente las normas de calidad se centran en la creación y verificación de condiciones para el presente, para los procesos en curso, si bien durante su implementación pueden surgir mejoras orientadas a neutralizar las no conformidades. Las normas de competencia pueden contener un ingrediente prospectivo que les permita anticipar nuevas exigencias en el resultado esperado del trabajo y minimizar su riesgo de obsolescencia.
Una aplicación conjunta de las normas ISO y las normas de competencia laboral es perfectamente deseable y ventajosa. Dado que la norma ISO no prescribe formas de hacer, solo lo que debe hacerse, una posibilidad de complemento estriba en desarrollar los resultados esperados del trabajo mediante normas de competencia laboral. Muchos de los contenidos de las normas de competencia hacen corresponder las evidencias de desempeño con las especificaciones establecidas por la empresa; tales especificaciones están casi siempre documentadas en los manuales elaborados para certificar en ISO. Las informaciones derivadas de las normas de competencia pueden utilizarse para fortalecer la documentación necesaria al proceso de certificación ISO, segun el referencte general de su capítulo sexto en su versión 9000.
[1] La normalización o estandarización es la redacción y aprobación de normas que se establecen para garantizar el acoplamiento de elementos construidos independientemente, así como garantizar el repuesto en caso de ser necesario, garantizar la calidad de los elementos fabricados y la seguridad de funcionamiento. (wikipedia)
[2] ISO - International Organization for Standarization.
[3] ICONTEC – Instituto Colombiano de Normas Técnicas
[4] Una norma o estándar o una regla en la forma de hacer las cosas, es una especificación que reglamenta procesos y productos para garantizar la interoperabilidad.
[5] Cultura Organizacional, Clima Organizacional o Cultura Corporativa, comprende las actitudes, experiencias, creencias y valores, tanto personales como culturales, de una organización. (Hill & Jones, 2001)
[6] Una norma de calidad es una regla o directriz para las actividades, diseñada con el fin de conseguir un grado óptimo de orden en el contexto de la calidad.
1 comentario:
Quiero felicitar al compañero por sus excelentes capacidades y competencias para hacer escritos y tambien por su riqueza intelectual y profesional.
Creo que el Dr. Arciniegas nos brinda a través de este texto una síntesis de la gran riqueza de las normas de competencia laboral, vistas como referentes de ordenamientos óptimos comunes que permiten a una cultura el desempeño en el bien comun, la cooperación y la responsabilidad social.
También, a través de este escrito se hace una lectura clara de la trascendencia de las normas a través de la apropiación y la vivencia de una cultura de la excelencia y la calidad en el desarrollo del trabajador, de las organizaciones y su entorno social.
Me parece tambien que la norma de competencia es una buena práctica que permite la transmisión del patrimonio del conocimiento y asegura su mejoramiento permanente.
Cordialmente,
María Claudia Gélvez
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